martes, 21 de octubre de 2025

El papel del libre comercio a lo largo de la historia: integración, globalización y crecimiento económico


Rembrandt. The Syndics (Rijksmuseum)
El debate sobre el libre comercio se remonta a la era mercantilista entre los siglos XVI y XVIII. El auge del comercio marítimo holandés e inglés desplazó la riqueza del sur al norte del continente europeo. Durante dicho periodo surgieron las naciones-estado y el concepto de riqueza nacional: cantidad de oro y/o plata y balanza comercial favorable. Los teóricos del mercantilismo defendían los aranceles frente a las importaciones para impedir el déficit comercial y proteger a los productores nacionales de la competencia exterior.

Thomas Mun (1571-1641) director de la Compañía Británica de las Indias Orientales apeló hacia 1628 al gobierno británico para que protegiera su actividad frente a la competencia holandesa (guerras angloholandesas y Actas de Navegación). Asimismo insistía que lo realmente importante era el equilibrio de la balanza comercial. De hecho, no pensaba que gastar oro en el extranjero fuera perjudicial. ¿Por qué? En principio, el oro podía utilizarse para comprar bienes que luego se reexportaban por una cantidad mayor. De este modo (potenciación del excedente comercial y acumulación de divisas extranjeras) se impulsaba el comercio, se proporcionaba trabajo a la industria del transporte y se incrementaba el tesoro de la corona inglesa.

lunes, 6 de octubre de 2025

Innovación tecnológica y desigualdad de ingresos: una crítica a las tesis de Aghion por Keun Lee.

Os hago copia de un artículo recientemente publicado por el economista coreano Keun Lee donde critica y/o matiza la correlación que, entre otros economistas, realiza Aghion entre innovación tecnológica y desigualdad de ingresos. Tenéis el original en Project Syndicate.

Hace más de una década, los premios Nobel Daron Acemoglu y James A. Robinson, junto con su coautor Thierry Verdier, contrastaron el capitalismo "feroz" de Estados Unidos con la versión "mimosa" de Europa Occidental. Las cualidades que hacen que el capitalismo feroz sea más propicio a la innovación, argumentaron, también conducen a mayores niveles de desigualdad, mientras que las estructuras de recompensa mimosas tienden a conducir a un menor crecimiento y un mayor bienestar. Hoy en día, la desigualdad se está disparando, sobre todo en Estados Unidos. ¿Se corre el riesgo de que las políticas destinadas a impulsar la innovación empeoren la situación?

viernes, 26 de septiembre de 2025

Principios de Economía Política (Mill) y el Manifiesto Comunista (Engels & Marx)


Irish family ejectment from their home. Original aquí
Año 1842. Gran Bretaña ha sufrido una serie de malas cosechas, el precio del pan se ha duplicado, las ciudades están llenas de inmigrantes procedentes del campo en busca de trabajo, la industria algodonera está en crisis desde el último lustro, los obreros recurren a la caridad y llenan los comedores sociales. Thomas Carlyle afirmaba: “Siendo imposible la vida a las multitudes. […] Es evidente que la nación camina hacia el suicidio”.

En agosto de ese mismo año se produjo una huelga general liderada por el movimiento cartista (véase Carta del Pueblo) en defensa del sufragio universal masculino: un hombre, un voto. El primer ministro conservador Robert Peel envió al ejército contra los huelguistas quienes acabaron replegándose hacia sus fábricas. De nuevo Carlyle escribía: “La revuelta, el hosco y vengativo humor de la revuelta contra las clases altas […] es cada vez más el espíritu universal de las clases bajas”. El “Informe sobre las condiciones sanitarias de la población obrera de Gran Bretaña” publicado en 1842 por Edwin Chadwick (con anterioridad publicó junto a Nassau William Senior, Poor Law Commissioners' Report of 1834), mostraba que en Manchester (el Silicon Valley de la Revolución Industrial) la vida media de los hombres era de 17 años, la mitad que en los entornos rurales. Solo uno de cada dos recién nacidos llegaba a superar los 5 años de edad. Pero había mucho más: las calles eran frecuentemente usadas como alcantarillas, las casas estaban llenas de moho y en un estado deplorable, la comida putrefacta y los obreros se pasaban la mayor parte del tiempo en estado de embriaguez.

jueves, 25 de septiembre de 2025

Tecnología y Revolución Industrial


Coalbrookdale By Night. Original BBC
La primera revolución industrial hunde sus raíces en el desarrollo de dos inventos: la máquina de vapor de Thomas Newcomen (1720) y la lanzadera volante de John Kay (1733). Ambos inventos constituyen los antecedentes más claros y evidentes del proceso de industrialización que comenzó en Inglaterra y que posteriormente se expandió de forma desigual por el resto de Europa y por EE.UU. En primer lugar, la fabricación textil se perfeccionó gracias a la hiladora de algodón de Hargreaves (la Spinning Jenny), los telares mecánicos de los ingleses Arkwright, Crompton (inventor de la Spinning Mule), Cartwright (telar mecánico) y del francés Jacquard (telar con tarjetas perforadoras). En 1769 el inglés Richard Arkwright patentó la Water Frame, una máquina de menos de un metro de altura que producía un hilo de algodón mucho más fuerte que el obtenido con la tradicional rueca. Además instaló dichas máquinas en una factoría movida mediante energía hidráulica. A consecuencia de ello, la gente dejó de trabajar en casa o en pequeños talleres familiares y empezó a trabajar en fábricas.